A través de este comunicado, deseamos una vez más llegar a los profesionales integrantes de esta Caja para ponerlos en conocimiento de una situación que, aunque no es nueva y se ha extendido por años, resulta preocupante, debería ser ajena a nuestro ámbito, y no puede ignorarse más.
El personal de la institución, y en ocasiones sus autoridades, han sido víctimas de insultos, agresiones y amenazas a su integridad física, de manera oral y escrita, de parte de ALGUNOS profesionales afiliados.
Cabe aclarar, que el personal de la Caja no es el que dictamina las reglas, sino el que tiene la tarea de comunicar y aplicarlas, por tanto no es el responsable de ellas.
Desde la institución condenamos estas conductas, hacemos un firme llamado al cese de las mismas e invitamos a todos los que la integramos a reflexionar al respecto.
Estas repudiables conductas no sólo dañan a quienes de manera primaria están dirigidas, sino al conjunto de la Caja, ya que atentan contra el mantenimiento de un ámbito sano de trabajo al perjudicar la convivencia, la salud de los involucrados, y la atención que la administración brinda diariamente.
Tanto el personal como las autoridades de la institución siempre han respondido ante los reclamos justificados y seguirán haciéndolo, porque lo que se prioriza es la solución a los inconvenientes que afectan el desenvolvimiento de la Caja, sus afiliados y sus beneficiarios.